Ortodoncia funcional: Mejora la salud y estética dental
La ortodoncia funcional es una especialidad odontológica. Se enfoca en el estudio, prevención y corrección de problemas en el desarrollo de la boca y la posición de los maxilares. Su objetivo es mejorar la estética facial y el equilibrio morfológico y funcional. Se utiliza principalmente en niños en crecimiento, aprovechando su desarrollo para corregir problemas dentales y faciales. Se utilizan aparatos móviles que el paciente puede quitar y poner. La duración del tratamiento es de 8 a 12 meses y puede requerir una segunda etapa con ortodoncia fija.
Beneficios de la ortodoncia funcional para niños en edad de crecimiento
La ortodoncia funcional ofrece una serie de beneficios significativos para los niños en edad de crecimiento. Mediante tratamientos específicos, se logra mejorar tanto el avance mandibular como la corrección de los dientes y la armonización del perfil facial.
Tratamientos específicos para el avance mandibular
Uno de los principales beneficios de la ortodoncia funcional es la capacidad de tratar problemas relacionados con el desarrollo de la mandíbula. A través de aparatos móviles, se utilizan las fuerzas generadas por la musculatura del propio paciente para estimular un avance mandibular adecuado. Esto contribuye a corregir alteraciones esqueléticas y mejorar la funcionalidad de la boca y la cara.
Corrección de dientes y armonización del perfil facial
Además de enfocarse en el avance mandibular, la ortodoncia funcional también aborda la corrección de problemas dentales y la mejora de la estética facial. Gracias a los aparatos específicos, se logra corregir la posición de los dientes en sentido anteroposterior, mejorando la alineación y la mordida. Asimismo, se busca lograr una armonización del perfil facial, proporcionando un equilibrio estético y funcional.
Procesos y duración de tratamiento de ortodoncia funcional
El tratamiento de ortodoncia funcional se lleva a cabo mediante una serie de procesos y requiere de una duración adecuada para obtener resultados favorables. A continuación, se explicarán en detalle estos procesos y la duración estimada del tratamiento.
Evaluación y planificación
Antes de iniciar el tratamiento, es necesario llevar a cabo una evaluación exhaustiva del caso en particular. El ortodoncista realizará un estudio completo de la boca y la cara del paciente, utilizando herramientas como radiografías y fotografías. Basándose en estos datos, se realizará una planificación detallada del tratamiento, teniendo en cuenta los objetivos a alcanzar.
Colocación de aparatos móviles
Una vez establecido el plan de tratamiento, se procede a la colocación de los aparatos móviles. Estos aparatos son diseñados a medida y se adaptan a la boca del paciente. Su principal función es aprovechar las fuerzas generadas por la musculatura del propio paciente en crecimiento para corregir los problemas esqueléticos y dentoalveolares.
Colaboración activa del paciente
La ortodoncia funcional requiere de la colaboración activa del paciente. Es importante seguir las indicaciones del ortodoncista y utilizar los aparatos móviles durante el tiempo recomendado, que suele ser alrededor de 12 horas al día. Además, se deben realizar los controles y revisiones periódicas establecidas para asegurar el progreso adecuado del tratamiento.
Duración del tratamiento
La duración del tratamiento de ortodoncia funcional puede variar según cada caso particular. En general, se estima que el tratamiento puede requerir de 8 a 12 meses para obtener resultados favorables. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada paciente es único y puede haber variaciones en la duración del tratamiento.
Ortodoncia funcional: Uso de aparatos móviles
En el tratamiento de ortodoncia funcional, se utilizan aparatos móviles que el paciente puede quitar y poner. Estos aparatos desempeñan un papel fundamental en el proceso de corrección de problemas dentales y faciales.
Los aparatos móviles utilizados en la ortodoncia funcional se adaptan a la boca del paciente y aprovechan las fuerzas generadas por la musculatura del propio paciente en crecimiento. Estas fuerzas permiten modificar los problemas esqueléticos y dentoalveolares, logrando avances mandibulares y corrigiendo las anomalías dentales y faciales de manera efectiva.
Es importante destacar que estos aparatos móviles no causan dolor al paciente, lo que contribuye a una experiencia más cómoda durante el tratamiento de ortodoncia funcional. Sin embargo, se requiere la colaboración activa del paciente para obtener resultados óptimos. Los aparatos deben estar en la boca aproximadamente 12 horas al día, siguiendo las indicaciones del ortodoncista.
La utilización de aparatos móviles en la ortodoncia funcional ofrece varias ventajas. Al ser removibles, facilitan la higiene oral, permitiendo una mejor limpieza de los dientes y aparatos. Además, estos aparatos permiten una mayor comodidad durante la alimentación, ya que pueden retirarse durante las comidas. Sin embargo, es fundamental recordar que deben utilizarse según las indicaciones del ortodoncista para que el tratamiento sea efectivo.
Segunda etapa de ortodoncia fija tras tratamiento de ortodoncia funcional
Una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia funcional, en algunos casos puede ser necesaria una segunda etapa de ortodoncia fija para finalizar de colocar y alinear los dientes correctamente. Esta etapa se lleva a cabo con el objetivo de asegurar una posición estable y duradera de los dientes, así como obtener una mordida óptima.
La segunda etapa de ortodoncia fija generalmente involucra el uso de brackets y arcos metálicos o cerámicos, que se fijan a los dientes mediante adhesivos especiales. Estos brackets permiten ejercer fuerzas precisas y controladas sobre los dientes, moviéndolos gradualmente hacia su posición correcta.
El proceso de la segunda etapa de ortodoncia fija puede requerir visitas regulares al ortodoncista para realizar ajustes y cambios en los arcos y brackets. Durante esta fase, es importante mantener una buena higiene oral, ya que los brackets pueden dificultar la limpieza de los dientes. Se recomienda un cepillado cuidadoso y el uso de hilo dental para evitar la acumulación de placa bacteriana y prevenir enfermedades bucales.
La duración de esta etapa puede variar según cada caso específico, pero suele ser de aproximadamente 1 a 3 años. Durante este tiempo, se realizarán controles periódicos para evaluar el progreso del tratamiento y realizar los ajustes necesarios.
Es importante destacar que la colaboración activa del paciente es fundamental durante toda esta etapa. El cumplimiento de las indicaciones del ortodoncista, como el uso adecuado de elásticos intermaxilares o dispositivos auxiliares, contribuirá al éxito del tratamiento y a obtener los resultados deseados.